“Ustedes no se imaginan todo lo que viví junto a su esposa y hermana María Teresa, un enfermo de un temperamento muy resistente.El calificativo de “ebanista” (preceptor en el arte de trabajar la madera de ébano) no lo tenía cualquiera. Solo se asignaba en aquellos tiempos a los carpinteros que lograban un nivel de excelencia fuera de lo c